Resumen Sermón anterior:
- Dios siempre reprenderá a su Iglesia, es una muestra que desea una novia, una Iglesia sin mancha para presentársela a sí mismo.
- Jesús exaltó a Efesios, pero también era preciso indicar sus falencias.
- La Iglesia de Éfeso se estaba enfriando, estaban caminando hacia lo mecánico y habían olvidado el primer Amor y sus primeras obras.
- El primer Amor no es un estado parcial del Cristiano, sino permanente. El que no tengamos el primer Amor en nuestras vidas es un pecado grave, que trae consecuencias graves a la congregación, como que el candelabro del Señor sea removido.
- El Primer Amor se manifiesta hacia nuestro Dios con fervor, pero también es una manifestación de Amor hacia los hermanos.
Apocalipsis 2:6-7 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Los efesios no habían vacilado en asuntos doctrinales, porque seguían fieles a las enseñanzas de la palabra de Dios. Aunque Jesús censura a los miembros de la iglesia en Éfeso, con ánimo pastoral los ayuda a mejorar al alabarlos por su fidelidad a su palabra. Se opusieron a los falsos apóstoles y habían sacado de su medio a estos malvados (Apocalipsis 2:2).
Ahora Jesús agrega que los creyentes en Éfeso odiaban las obras de los nicolaítas, y añade que también él las odia. Nótese que el odio va dirigido hacia obras, no personas. Jesús odia el pecado pero extiende su amor hacia el pecador. Aunque el pecado es una afrenta a su santidad, la misión de Jesús es conducir a los pecadores al arrepentimiento.
Lucas 5:32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
¿Quiénes eran los nicolaítas?
Hay tres opiniones al respecto y las tres son más bien conjeturas, porque los detalles en Apocalipsis son pocos.
Primera Posición:
Primero, en la iglesia primitiva Ireneo enseñó que los nicolaítas eran seguidores de Nicolaus, el converso al judaísmo que fue nombrado diácono:
Hechos 6:5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;
Según Ireneo (discípulo de Policarpo, discípulo de Juan) estos vivían en libertinaje desenfrenado enseñando que daba lo mismo practicar el adulterio o no, y comer cosas sacrificadas a los ídolos. Si Ireneo tiene razón en esto, su punto de vista es ciertamente debatible, el diácono Nicolás (en griego Nikolaos) había apostatado y se había convertido en un "falso apóstol" (Apocalipsis 2:2), buscando conducir a otros a la herejía y a que entraran en componendas con el paganismo.
Clemente de Alejandría (primer miembro de la Iglesia de Alejandría, maestro en dicha ciudad) defiende a Nicolás diciendo que sus seguidores lo malinterpretaron.
“Tales son aquellos (que dicen seguir a Nicolás), citando un adagio del hombre, el cual ellos pervierten, ‘que la carne debe ser abusada.’ Pero ellos se abandonaron a sí mismos al placer como las cabras, llevando vidas de auto-indulgencia; no sabiendo que el cuerpo se desgasta, siendo por naturaleza sujetos a disolución; mientras su alma es enterrada en el vicio; siguiendo como ellos la enseñanza del puro placer.” Stromata Libro II, capítulo XX.
Segunda Posición:
Otros consideran que estas personas constituían una secta gnóstica que trató de infiltrarse en las iglesias.
Según la doctrina del gnosticismo los iniciados no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Cristo, sino que se salvan mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino, que es un conocimiento superior a la fe. Ni la sola fe ni la muerte de Cristo bastan para salvarse. El ser humano es autónomo para salvarse a sí mismo, éstos viven al margen de la ley de Dios, inclinándose hacia el antinominianismo.
Tercera Posición:
Otros afirman que los nicolaítas eran quienes seguían las enseñanzas de los falsos apóstoles y de Balaam. Esta hipótesis tiene valor, porque, con estilo típicamente hebreo, Juan utiliza un paralelismo para enfatizar un punto. Los falsos apóstoles trataban de apoderarse de las mentes del pueblo con sus doctrinas engañosas, los seguidores de Balaam intentaban ganarse a las personas con engaño, y el nombre griego Nikolaos significa el que subyuga a la gente o victoria de la gente, Balaam en hebreo significa dominador del pueblo. Al comparar lo que se dice acerca de los seguidores de Balaam (2:14) y de los nicolaítas (2:6, 15), asumimos que estos engañadores pertenecen al mismo grupo.
Apocalipsis 2:14 -15 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
En este sentido, nicolaíta sería sinónimo de persona que pervierte las costumbres morales y religiosas. Juan combate esta herejía y la Iglesia de Éfeso también por sus características peculiares: tendencia a la gnosis, falta de valores morales, libre desahogo de las pasiones, desórdenes sexuales, trataron de introducir en la Iglesia una falsa libertad, es decir, la licencia; ésta fue una reacción radical en sentido contrario del judaísmo, el primer peligro que amenazó a la Iglesia, combatido que fue en el concilio de Jerusalén y por Pablo en la Epístola a los Gálatas. Estos nicolaítas, o seguidores de Balaam, abusaban de la doctrina paulina de la salvación por la gracia de Dios, convirtiéndola en una invitación a la lascivia. Aun Pedro y Judas nos hablan de éstos:
2 Pedro 2: 15 -19 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta. Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre. Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error. Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. Judas 1:4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. Judas 1:11 ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
Esta conclusión queda reforzada por una conexión adicional. Cuando comparamos las verdaderas enseñanzas de la herejía Nicolaíta/Balaamita con las de la facción de "Jezabel" en la iglesia de Tiatira, mencionadas en el cuarto mensaje:
Apocalipsis 2:20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
Finalmente descubrimos que sus doctrinas son idénticas entre sí. Por esta razón, parecer ser una herejía en particular la que es el blanco de estos mensajes a las iglesias durante los últimos días, una herejía que trataba de seducir al pueblo de Dios hacia la idolatría y la fornicación. Eran tan aberrantes estas facciones que Jesús mismo las ilustra como las profundidades de Satanás:
Apocalipsis 2:24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga;
Como había predicho Pablo, habían surgido lobos de dentro de la comunidad cristiana, intentando devorar a las ovejas, y era el deber de los pastores/ángeles estar en guardia contra ellos, y expulsarlos de la iglesia. Jesucristo declara que Él aborrece las obras de los nicolaítas; su pueblo debe revelar su imagen al amar lo que Él ama y aborrecer lo que Él aborrece.
Salmo 139:19 -22 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre. ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos? Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.
En el comentario del Apocalipsis más antiguo que se conoce, escrito por Victorino de Pettau el siglo II (obispo, primer exegeta latino, Padre de la Iglesia y mártir, nacido probablemente en Grecia entorno al 250 y muerto el 2 de noviembre de 304.), éste habla de los nicolaítas como «hombres falsos y turbadores que ministrando bajo el nombre de Nicolás crearon para ellos una herejía diciendo que las viandas ofrecidas a los ídolos podían ser exorcizadas y luego comidas, y que cualquiera que cometiere fornicación podía recibir la paz al octavo día». Esta descripción posiblemente sea otra especulación. Para otros, lo más conveniente sería que se tomara a los nicolaítas en conjunto con las otras doctrinas falsas denunciadas en Apocalipsis.
Hoy aun existen nicolaítas, los cuales instruyen a los cristianos a vivir como el mundo; a buscar los placeres y deseos del mundo, llamando a los hombres al “cristianismo carnal”, si es que tal cosa existiera. Existen frases para el bronce de los actuales Nicolaítas en el mundo Evangélico, tales como:
- “viva su mejor vida ahora”
- “descubre al campeón que hay en tí”
- “Jesús nunca predicó el nuevo nacimiento, ni fe, ese no era su mensaje, solamente lo mencionó una sola vez a un viejo a las 2 de la mañana, porque ser nacido de nuevo no es el evangelio”
- “Yo creo a mi manera”
- “Dios me ha dado una revelación mucho mejor que la Biblia”
- “Quién dijo que la codicia es pecado”
- “Si tu quieres recibir de Dios paga, así como pagas a una prostituta”
Por tal razón, es el deber de todo creyente de “ocuparse” en su salvación. El cristiano debe velar, luchar, perseverar, en su santificación progresiva. Eso es lo que Dios busca de todos nosotros con el fin de que Él sea glorificado por los hombres.
Efesios 2:1 -3 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
¿Está usted luchando contra su pecado para que Dios sea glorificado por los hombres? O ¿está usted dejándose llevar por el pecado y la mundanalidad por lo cual el nombre de Dios está siendo blasfemado entre los paganos? O ¿Seguiremos el ejemplo de Demas y los Nicolaítas?
2 Timoteo 4:10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Apocalipsis 2:7 Que todo el que tenga oído escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias. A todo el que triunfe le daré permiso para comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
“Que todo el que tenga oído escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias”. La fórmula “que todo el que tenga oído escuche” salió de la boca de Jesús durante su ministerio terrenal.
Mateo 11:15 El que tiene oídos para oír, oiga.
Mateo 13:9 El que tiene oídos para oír, oiga.
El Señor nos está diciendo si tienes oídos, escucha, si tienes los oídos del Alma como dijo Clemente de Alejandría, si tienes Fe, escucha lo que estoy diciendo. Aquí aparece una versión ampliada con las palabras «lo que el Espíritu dice a las iglesias», que aparece en todas las siete cartas. La primera parte de la frase es una expresión idiomática que se refiere a la capacidad de una persona para oír con atención y obediencia las palabras del Espíritu Santo. Jesús habla por medio del Espíritu, como resulta evidente en otros pasajes de la Escritura:
Juan 14:26 Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Juan 16:13 - 14 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Hermanos es importantísimo que considerar que es el Espíritu Santo, Dios mismo quien nos está hablando, sabemos que Jesús es quien está hablando a las Iglesias de forma directa a Juan, pero lo hace a través del Espíritu Santo a la Iglesia Universal, y el contenido de su mensaje es de vital importancia para nosotros hoy, no mañana, hoy y ahora.
«A todo el que triunfe le daré permiso para comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios». En esta frase una palabra clave es la expresión triunfe, que en griego está en participio presente «el que está triunfando». No es un tiempo pasado o perfecto como una acción finalizada, sino una actuación actual y continua. Es decir, el conflicto y las pruebas de la vida presente en el mundo y en las iglesias no son definitivos. El triunfo previsto de la iglesia tiene su fundamento en la victoria alcanzada ya por Jesús. Cristo ganó la batalla, pero la guerra todavía no ha concluido. No sólo los mártires sino todos los creyentes están involucrados personalmente en esta guerra contra Satanás y sus cohortes. Por tanto, todo seguidor de Cristo recibe la promesa de vida eterna y todas las otras promesas que hace al creyente. Al que triunfe, o sea a todo creyente verdadero, a todo vencedor verdadero, no como los Nicolaítas, se le dan todas estas promesas, Jesús promete al que triunfe el derecho de comer del árbol de la vida. Al referirse al árbol de la vida, retrotrae con eficacia al lector al comienzo de la historia humana. Después de que Adán y Eva pecaron, Dios los expulsó del jardín del Edén y colocó a un ángel con espada flamígera para que custodiara el árbol de vida.
Génesis 2:9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Génesis 3:22 - 24 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Al custodiar dicho árbol, Dios impidió que nuestros antepasados comieran del fruto del árbol de vida y con ello que vivieran eternamente en el estado sin redención en el que existían los ángeles caídos. La redención de su pueblo, que Jesús completa en la consumación, incluye la promesa de que todo el que triunfe comerá del árbol de la vida en el paraíso.
Apocalipsis 22:2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Apocalipsis 22:14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
El término griego para paraíso se encuentra sólo tres veces en la Escritura (Lucas 23:43; 2 Corintios 12:4; Apocalipsis 2:7). En Génesis aparece la expresión jardín del Edén, que en la traducción griega del Antiguo Testamento se convierte en paraíso. Procedente del persa antiguo, esta palabra describe un parque amurallado como lugar de felicidad. En el Antiguo Testamento sugiere un lugar deleitoso, no dañado por el pecado. Se encuentra al principio y al fin de la Escritura. La palabra describe la vida feliz que tendrán los creyentes con Cristo en un nuevo cielo y una nueva tierra. El paraíso de Dios es parecido al jardín del Edén que Dios creó para Adán y Eva, aunque también muy diferente del mismo.
¿Qué es el árbol de la vida? ¿Qué representa verdaderamente? Charles Spurgeon hablando al respecto comenta lo siguiente: Yo estoy seguro que quien ama a Jesús, se deleita pensando en las exquisitas palabras que salieron de Sus labios. Nos sentamos bajo Su sombra, pues Él es para nosotros el árbol de la vida, y ni una sola hoja Suya se secará, ni el menor de Sus dichos caerá a tierra.