Dispuestos a la voz de Dios Serie: Sabiduría de lo Alto.
Santiago 1:19-21 NBLA
19 Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; 20 pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.
I.INTRODUCCIÓN
Santiago nos ha enseñado que en medio de la prueba hay gozo, propósito y además no hay excusas, debemos ser responsables, y a la vez tenemos un buen dado de toda dadiva, así como quien recibe nuestras peticiones de ayuda, sin reproche y en abundancia, pues somos de Él, es El quien nos hizo nacer de una esperanza viva.
19 Esto lo saben, mis amados hermanos.
Recordemos el contexto de los hermanos, están en persecución (Hechos 8:1-4), presionados, ahogados con una forma de vida mundanal, y esto es uno de los escenarios en los cuales tristemente nos vemos también tentados a olvidar la palabra de Dios cuando se hace incluso aún más necesitada en esos momentos de prueba tener presente la palabra de Dios. Los hermanos sabían entonces, a modo de ánimo, que Dios es su padre, quien les hizo nacer por la palabra de verdad, y es esta misma palabra que ha de darles crecimiento y ayuda para seguir creciendo en la salvación en medio de la prueba. ¿acaso no necesitamos también nosotros ser ayudados cuando las complicaciones propias de nuestra dispersión/persecución, nuestros enemigos vienen y llenan nuestros oídos, nos atormentan, así dejamos de oír la palabra de Dios?, en estos versos veremos el como limpiar nuestros oídos, y a la vez crecer en una audición correcta de la palabra de Dios para el bien de nuestras vidas.
II.DESARROLLO DEL SERMÓN
1.Como atender a la palabra
19 Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; 20 pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
El texto nos hace nuevamente responsable al decir “cada uno”, así como dijo “cada uno es tentado”, somos cada uno entonces quienes debemos atender a oír la palabra de Dios. Esto paso en los 3000 de Hch. 2 que se sometieron y perseveraron en la “doctrina de los apóstoles”.
Utilizaremos dos ejemplos respecto a la disposición ante la palabra de Dios, uno de ellos es lo que vemos en Samuel 1 Samuel 3:10 “Habla, porque tu siervo oye.”
Y bueno es que la forma correcta de escuchar la voz de Dios es precisamente usar los oídos del Espíritu y estar expectante, como Samuel lo hacía cada vez que Dios le llamaba.
Cuando en medio de la ciudad los ruidos hacen que no oigamos mas que ruidos desordenados, nada armónicos, y necesitamos oír con claridad nuestro teléfono nos concentramos y así logramos anular el bullicio para lograr llegar a nuestro teléfono. Así sucede con nuestro corazón, no podemos oír la voz de Dios si no dejamos de hablar, si no dejamos de opinar, si seguimos con nuestro bullicio y el del mundo, necesitamos parar hermanos y atender en silencio a la voz de Dios, centrarnos en su palabra, y al igual que Samuel escucharemos la voz de Dios.
Y este ejercicio cuanto nos cuesta hermanos, nuestra propia lógica es al revés, SOMOS PRONTOS para hablar, RAPIDOS en ira y TARDOS en oír. El mundo nos enseña que debemos imponer nuestros términos, poner el primer puñetazo, entrar y hacerme notar de inmediato, ser el que plantea las preguntas, quien termina las conversaciones.
Un ejemplo segundo para aprender algunos principios aplicados respecto de lo que enseña Santiago está en Éxodo 5:1-2 Después Moisés y Aarón fueron y dijeron a Faraón: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Deja ir a Mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto”». 2 Pero Faraón dijo: «¿Quién es el Señor para que yo escuche Su voz y deje ir a Israel? No conozco al Señor, y además, no dejaré ir a Israel».
Esta es la actitud de los orgullos, es quien no reconoce la autoridad de Dios, mucho menos obedecerá a sus mensajeros y sin duda menospreciará su palabra escrita.
Hermanos no es posible ser salvos ni crecer en la salvación si no dejamos de imponernos, por el contrario, somos salvos y crecemos en la salvación cuando oímos a Dios, dice “Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.” Rom. 10:17
a.No es solo escuchar (PRONTO PARA OÍR).
Job dice, luego de todo el proceso en que Dios le fue moldeando, dice: “He sabido de Ti solo de oídas, Pero ahora mis ojos te ven.” Job 42:5
No se trata de oídas, sino que dice PRONTO, más bien de tener la actitud de oír con un ánimo imperante, con una atención única, concentrado en lo que se dirá. Es imposible no recordar la exhortación del Señor, Hch. 17:11
“Estos (Bereanos) eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así”.
Se trata de “ACTITUD” correcta, de una inclinación a entender que es DIOS quien habla y por tanto es lo mas importante que podrías escuchar en toda tu vida.
b.Se un lento en tu habla (TARDO PARA HABLAR)
STRONGS NT 1021: βραδύς - propiamente, lento (como cuando se toma el tiempo para deliberar , Js 1:19 ); sin prisa , aunque todavía se sigue adelante después de haber tomado en cuenta todos los hechos.
Fue una de las cosas que para Moisés lo inhabilitaba en la labor de ser usado por Dios, sin embargo, fue algo que Dios conocía y que incluso con esto decidido usar a Moisés.
Dios no necesita de nuestras interrupciones, de nuestra lengua rápida y respuestas apresuradas, Dios trabaja con quienes, de forma lenta, tardía, hablan ¿Por qué?, pues primero es necesario escuchar, oír, meditar, y así entonces hablar “29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29
¿Cuántos cursos de como oír bien existen?, por lo general son de “como ser el mejor expositor, el mejor orador etc….sin duda necesitamos expositores fieles, pero así mismo oidores fieles de la palabra de Dios.
¿Cuántos desean el ministerio de la enseñanza son muchos, pero cuantos desean ser oidores de excelencia?
Recordemos el Proverbio 10:19
“En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, Pero el que refrena sus labios es prudente. “
c.Y por último dice que así mismo, es decir, de forma lenta, debe estar la ira.
¿Por qué la ira se encuentra aquí?, William Hendriksen dice:
“Las palabras descuidadas frecuentemente acompañan un arranque de ira. Por supuesto, la ira justa tiene su lugar, pero el salmista nos dice que debemos conocer los límites de la ira justa: "En vuestra ira no pequéis" (Sal. 4:4; Ef. 4:26; y véase Mt. 5:22). Santiago nos pide que sepamos contenernos cuando estamos airados. Santiago es directo. El dice: "la ira del hombre no produce la vida justa que Dios quiere". La ira estorba las oraciones del creyente (1 Ti. 2:8) impidiéndole así la promoción de la causa de Cristo. En efecto, le ha dado "una oportunidad al diablo" (Ef. 4:27). Considérese el caso de Moisés, que se enojó con los israelitas y no escuchó las instrucciones que Dios le había dado. Fue desobediente y por eso no se le permitió entrar en la Tierra Prometida (Nm. 20:10-12, 24; 27:14; Dt. 1:37; 3:26-27). Cuando vivimos la vida justa que Dios espera de nosotros, escuchamos con cuidado y obediencia la Palabra de Dios. Cuando planeamos hacer o decir algo, deberíamos preguntarnos si nuestras acciones y palabras promueven la honra de Dios y avanzan la causa de la justicia y la paz para nuestro prójimo. Cuando permitimos que la ira nos guíe, ya no somos guiados por la ley de Dios. "El hombre airado provoca disensión, y el violento comete muchos pecados" (Pr. 29:22). En vez de ello, el creyente debe controlar su temperamento, orar pidiendo sabiduría y obedecer la ley de Dios”
Es imposible que la justicia de Dios sea aplicada cuando nuestras manos están en medio. De hecho, nuestra justicia no es la de Dios, y para que Dios actúe debemos invertir nuestros pasos o nuestra escala natural, según el hombre primero esta la ira, el enojo, la rabia, luego hablar sin pensar, criticar, imponerse, explotar y ya hacia final, y solo “si es que nos da la gana” entonces escuchamos al otro, y esa escucha por lo general es solo externa, (Proverbios 29:11 El necio da rienda suelta a su ira, Pero el sabio la reprime.…”), Pero en el evangelio no podemos ni debemos darnos estas licencias diabólicas, primero debemos OÍR, luego podemos HABLAR, y por último, si lo amerita la causa tener un enojo, aunque esto ni siquiera es por nosotros, sino que es debido a que Dios está siendo, por ejemplo, blasfemado y su justicia se está estorbando, es así que dice la carta a los Efesios “26 Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo, 27 ni den oportunidad al diablo.” 4:26-27
Sigo con Hendriksen quien dice:
“…una lengua y un temperamento sin control llevan al hombre a lo profundo del pecado y lo alejan de Dios. Por consiguiente, hace falta una limpieza espiritual para que la Palabra de Dios, ya sea en forma escrita o hablada, pueda entrar en la vida de la persona”.
Sin embargo, y aunque esto nos sirve para aprender conductas, no es el fin de toda la enseñanza bíblica, su contexto nos muestra que el interés de Santiago es “como escuchar la palabra de Dios y como no airarnos con Dios, ni con nuestros hermanos en medio de la prueba y así ser enriquecidos y animados por y PARA LA GLORIA DE DIOS”.
.
2.Desechando toda malicia y entonces recibiendo la palabra.
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.
a.Toda inmundicia/todo resto de malicia
La pregunta más lógica en nuestra curiosidad es ¿Qué es inmundicia y resto de malicia?, para entonces aquietar nuestra conciencia y seguir cayendo en caminos que, si bien no son pecados, son muy peligrosos, pero Santiago encierra tanto el pecado como esos caminos que si bien no son pecados no ayudan a nuestro andar, Santiago dice: TODA inmundicia TODO resto de malicia, no una parte, no lo que quiera, sino que TODA/TODO. Y la palabra inmundicia es clave ya que ella nos habla de mugre, asquerosidad. Es imposible seguir abrazando cualquier tipo de pecado, aunque sea un poquito, para entonces crecer conforme a la palabra.
b.Recibir con mansedumbre la palabra implantada.
No solamente desechamos, sino que la vez, o al hacer esto, recibimos en mansedumbre. En humilde actitud es necesario que la palabra de Dios, con la cual ya somos salvos, por lo mismo dice “la palabra implantada”, ella está ya en los que son de Cristo, sin embargo, y en lenguaje de la agricultura, esta debe ser cultivada, necesitamos entonces tener cuidado con la maleza que viene a matar la palabra, y además debemos proveer para que ella sea nutrida. Es así que estamos llamados a ser santos, solo por medio de la palabra es que llega mucho fruto a nuestras vidas y disfrutamos de la vida que tenemos ya en Cristo, recibida por el evangelio.
Que importante es la humildad, en la palabra de Dios se nos promete que Dios tendrá comunión solamente con el humilde, Is.66:2 «Pero a este miraré: Al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante Mi palabra. Dios miro a Cristo, el rey de la humildad, y es debió a su humillación que hoy somos también contados como humildes receptores de las bondades del cielo (Fil. 2). Nuestra labor es entonces dejar la inmundicia, afirmarnos a las promesas de Dios en Cristo y su santo espíritu hará que la palabra sea una realidad en nuestra vida.
3.Ser salvos por oír la palabra de Dios.
que es poderosa para salvar sus almas.
a.El texto nos describe la palabra, o le da un adjetivo, dice que ella ES PODEROSA.
Hechos 20:32 “Ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificarlos y darles la herencia entre todos los santificados.”
Es tu responsabilidad entonces no ser como faraón, sino que abrazar a Cristo quien se ha revelado en la biblia, allí está de forma especial Jesús, el Salvador del mundo, cordero de Dios, quien quita el pecado del mundo.
Mi Dios es un Dios que salva por medio de su palabra, ella es poderosa para salvación, no es que pueda como una opción o una posibilidad, sino que ella es poderosa respecto de que sí o sí salva, ella es PODER DE DIOS Y LEVANTA A LOS MUERTOS DANDOLES VIDA, por tanto nada ni nadie se puede oponer a lo que Dios hace por medio de ella. Romanos 1:16:
“Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree…”
¡Mi Dios usa su poderosa palabra para romper la piedra, para humillar al poderoso, para salvar a los peores de los pecadores, para dar vida a los muertos, para que los huesos secos se levanten, ella trae el gozo de la salvación, transforma vidas!
III.CIERRE
¿Qué haremos, que harás hoy con la palabra de Dios? Jeremías 1:16-19
Ven a Cristo pecador, el dijo “el que viene a mi yo no le hecho fuera”, y recordemos que también nos dijo «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí”. Jn. 14:6
¡Pecador, escucha atentamente su voz y entonces la justicia de Cristo obtendrás, así, y solo así, serás salvo!