Gozo en medio de las pruebas

Serie: “Sabiduría de lo Alto”

Santiago 1:2-4 (NBLA)

Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte.

Introducción:

¿Por qué?

Es una pregunta muy común, quizás no se haya dado cuenta, pero es una de las más repetidas respecto de las pruebas en la vida cristiana. No sabemos responder en ocasiones el por qué quedé sin trabajo, por qué murió un ser querido, por qué vino la enfermedad, etc… Y lo más común es cuestionar, dudar y, en algunos casos, negar la soberanía de Dios.

Veremos aquí que la respuesta a nuestros “por qué”. Nuestro Señor no nos dejó a oscuras, por el contrario, Él en amor nos responde y anima a seguir adelante en esta vida, en el camino de la fe.

Como resumen:

Hemos iniciado una serie en la carta de Santiago, medio hermano de nuestro Señor, quien se presenta como un esclavo al servicio de Jesucristo. En esta carta vemos instrucciones directas, consejos sabios, ayuda y ánimo para el pueblo de Dios en sus primeros años cuando tuvieron que enfrentar la prueba debido a la persecución. Hch. 8:1-3.

Santiago, luego del saludo, inicia el contenido de su carta con una exhortación directa, y es lo que Dios desea también para nosotros. Miraremos, entonces, las palabras del Espíritu Santo a través de Santiago, la cuales son para nuestra vida, para nuestra obediencia y beneficio, también para que vivamos con sabiduría de lo alto. Desarrollaremos el sermón en 4 puntos que deseo podamos estudiar y luego aplicar a nuestra vida, estos son:  I. Una actitud correcta, II. Una ocasión necesaria, III. El Resultado Natural y IV. El Propósito Divino, por último, realizaremos algunas Aplicaciones Prácticas.

 

I. Una correcta actitud.

Tengan por sumo gozo, hermanos míos,

Santiago es un pastor. Esto lo vemos en toda su carta: se preocupa de consolar, pero también de exhortar, y lo hace de forma clara, directa, en ocasiones con una previa preparación del terreno, como la exhortación a orar en Cap. 5, precedida por la figura del sembrador y de la cosecha. Pero en otras ocasiones va directo, y aquí vemos cómo manda a una actitud adecuada para enfrentar la prueba, sin preparar dicho terreno.

1. Santiago habla a sus hermanos, no son desconocidos, pero más que eso, no son incrédulos (Hermanos míos, no tengan su fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo. Stgo. 2:1). Esto ya que sólo el Hijo de Dios, quien conoce que su deuda ha sido pagada por medio del sacrificio de Cristo, es quien puede tener la actitud correcta en medio del dolor. El incrédulo no puede ejecutar esta acción de corazón y mente, sino que es dominado por sus emociones. Santiago no habla a cualquier persona que se dice cristiana, pues quienes no tienen raíz se apartan, dice el Señor, 20 Y aquel en quien se sembró la semilla en pedregales, este es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz profunda en sí mismo, sino que solo es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida se aparta de ella” Mt. 16:20-21

Si este es tu caso, si tu gozo es falso, superficial, si no te interesa en realidad conocer a Cristo, necesitas creer el evangelio, arrepentirte de tus pecados y tener así vida. La prueba de Dios para el cristiano jamás lo llevará a negar su nombre y a apartarse del Señor.

2.Aquí tenemos un mandato a tener un pensamiento principal, a estar dominados como en la prueba por el gozo.

Hermanos no es un llamado a no dolernos en medio de las circunstancias. Nadie va a decirle a usted que no llore si está enfermo, ni a tener una risa constante si su familiar ha muerto o si el cáncer ha llegado, para nada. De hecho, en esos momentos, debemos dolernos, no somos apáticos, indolentes y fríos creyentes que se sienten más aceptados por Dios ya que no se quiebran debido a las circunstancias, por el contrario, somos sensibles hijos de Dios que experimentan dolores, llantos, pero estos son llevados a Dios y encuentran en Él su correcto significado, así como su propósito.

El punto es que debemos:

Contar como un “gozo” las pruebas, ya que:

a. El sufrimiento momentáneo no es lo definitivo. Por lo mismo, el mandato con la palabra tened, tenganes llevar la mente y el corazón no a la circunstancia sino más allá de estas, a poner nuestros ojos en la salvación que tenemos y la seguridad que hay después del dolor e incluso de la muerte.

Así como lo vemos en nuestro Señor Jesucristo: Él no se alegró por el desprecio de su Padre, Dios mío Dios mío ¿Por qué me has desamparado? Mt. 27:46, El fue experimentado en quebrantos, varón de dolores Is. 53, pero sí se gozó por lo que venía delante de Él, la exaltación, el cumplimiento de la voluntad de su Padre y la salvación de su pueblo, Cristo sembró con lágrimas y luego cosechó con gozo. Salmos 126:5-6.

No siempre estaremos con una sonrisa de oreja a oreja, sin embargo, sí podemos tener siempre “sumo gozo”. No es una ironía, sino que es un mandato santo en medio del dolor. Debemos aprender a gozarnos en lo que sabemos, Pablo lo dice así: 11 Para este evangelio yo fui constituido predicador[e], apóstol y maestro. 12 Por lo cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que Él es poderoso para guardar mi depósito[f] hasta[g] aquel día.” 2 Tim. 1:11-12

Y miramos el por qué debemos estar gozosos en medio del dolor 12 Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes.” Mt. 5:12.

 

II. Una ocasión necesaria.

b. cuando se hallen en[c] diversas pruebas[d,

Ese gozo debe ser siempre experimentado, pero en esta ocasión, se hace aún más necesario, en la circunstancia de la prueba.

1.No está el texto hablando del pecado y de sus consecuencias refiriéndose a las “pruebas, eso requiere arrepentimiento, y claro, Dios usará incluso nuestras caídas para nuestro bien. Sin embargo, Dios no desea que hagamos lo malo, que pequemos, no es una “diversa prueba” el pecado. Este debe ser tratado como tal, un ejemplo lo vemos en David:

Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió Con mi gemir durante todo el día. Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) Te manifesté mi pecado, Y no encubrí mi iniquidad. Dije: «Confesaré mis transgresiones al Señor»; Y Tú perdonaste la culpa[b] de mi pecado. …” Salmos 32:1-5

2. Aquí se está hablando de otra cosa. Con prueba diversa se habla de esas circunstancias que Dios permite con la intención de quitar nuestra maldad y así perfeccionarnos, no las buscamos ni las provocamos, sino que simplemente vienen. Pero amados, es Dios quien es tan bueno que se ocupa de quitar de nuestra vida todo rastro de las consecuencias del pecado, esas cosas que no sirven, y que nos estorban, por medio del dolor. Y es que el pecado fue tan agresivo y nos afectó de forma íntegra, y si bien somos perdonados delante de Dios, necesitamos también que nuestro Dios nos limpie y para eso usa las pruebas. Es para nuestra santificación que debemos enfrentar el dolor, así como para la purificación el oro debe enfrentar el ardor. Como lo vemos en 1 Pedro1 “Mediante la fe ustedes son protegidos por el poder de Dios, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. En lo cual ustedes se regocijan grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, sean afligidos con diversas pruebas[c], para que la prueba[d] de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo”

Respecto a la prueba de Dios, siempre será para nuestro bien, no así la prueba del diablo que es considerada una tentación:

3.Dice “cuando se hallen en…” esto pude ser entendido como “cuando sean confrontados o sean puestos frente a situaciones difíciles. Se usa el término tentados o probados en diferentes versiones, y si bien la traducción es la misma (Tentación y Prueba), esto no quiere decir que toda prueba sea una tentación, así como tampoco toda tentación sea una prueba. El contexto es clave para entenderlo, por ejemplo, podemos hablar de la “tentación o prueba de Diablo”. En ella se busca nuestra destrucción, nuestra caída, pero también podemos hablar de la prueba o tentación de Dios en la cual se busca nuestra santificación. Por lo mismo, encontramos la oración “no nos metas en tentación” Mt. 5. Podemos pedir a Dios no haga que pasemos pruebas difíciles, también vemos que nosotros, debido a nuestra concupiscencia vemos la tentación y la usamos para nuestro pecado y debemos velar y orar para no caer en este tipo de tentaciones, que son tropiezos del enemigo a nuestra vida. Por lo mismo, en ese sentido, podemos ver que Santiago dice que “Dios no tienta o prueba a nadie”, en cuanto a buscar su caída y, a la vez, presentarle el pecado como algo con lo que Dios tenga comunión. Referente a esta prueba o tentación diabólica dice Owen:

La tentación de esta clase es una prueba diseñada para conducir a la persona a pecar. Dios nunca es el autor de este tipo de tentaciones (Stg. 1:13). Esta es la clase de tentación que el Señor tenía en mente cuando advirtió a sus discípulos.”. John Owen (La Tentación)[1]

Para nuestro bien podemos usar la distinción “Prueba” para Dios, y “Tentación” para el diablo y nuestros pecados.

1. Las pruebas SI son para los creyentes (hermanos míos).

Referente a la prueba de Dios, podemos concluir que estas sí son para los cristianos, a diferencia de quien cree y predica lo contrario, este es un enviado de satán, inocula la mente de quien le oye con mentiras, de hecho, presenta así a otro Dios, pero no al de la biblia. Las iglesias de la prosperidad no son iglesias de Cristo. Dios no está preocupado de que no vivamos ciertos momentos de dolor, por el contrario, Él hace que atravesemos momentos de dolor, valles de sombra y de muerte, POR NUESTRO BIEN, es más, el texto no dice si es que “quizás” sino cuando se hallen en ellas. La prueba va a venir y es necesaria, se da por sentada, así como la oración o el ayuno “cuando ayunen, cuando oren” 2 Mt. 5, el cristiano será probado.

2. Diversas son las pruebas.

Si no hay ardor en el metal, el oro no es purificado. Si no hay dolor ni pruebas en la vida el cristiano, este no será del todo santificado.

“Puesto que tengamos diversos deseos pecaminosos, caemos en diversos tipos de pecados, necesitamos diversas pruebas” Juan Calvino[2]

Hermanos, Dios, nuestro padre, no tiene solo un conocimiento general de su pueblo, de forma superficial, sino que está involucrado con su pueblo y conoce a sus ovejas, a cada una de ellas, conoce tus lágrimas, tus dolores, tus luchas, él te ama y por lo mismo da diversas pruebas para cada uno de nosotros. Su palabra dice que tiene cuidado de nosotros 1 Pedro 5, y a cada oveja llama por su nombre, Jn. 10:3.

El da la prueba, así como el buen médico da el medicamento a cada paciente, y de esta forma hace el bien para con nosotros.

Quienes recibieron la carta tenían la prueba de enfrentar la persecución, el desaire de los ricos, el olvidar el regreso del Señor, dejar de orar, estar enfermos y postrados sin comunión, ver que hermanos se alejan de la fe, incluso otros morían, etc… todo esto y mucho más puede venir a nuestra vida y ser usado por Dios como una prueba.

Podemos entonces decir junto con el Apóstol Pedro 12 Amados, no se sorprendan del fuego de prueba que en medio de ustedes ha venido para probarlos, como si alguna cosa extraña les estuviera aconteciendo. 13 Antes bien, en la medida en que comparten los padecimientos de Cristo, regocíjense, para que también en la revelación de Su gloria se regocijen con gran alegría. “ 1 Pedro 4:12-13.

 

III. El Resultado natural en el cristiano.  

sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia[e], y que la paciencia[f] tenga su perfecto resultado[g]

Recapitulando, hemos visto que debemos gozarnos en las diversas pruebas y ahora veremos un por qué de forma más clara. Esto es el resultado natural, el sustento de y propósito de la prueba es la santificación que Dios obra en los suyos. No es porque sí, por el contrario, veamos el proceso y recordemos que es para “hijos de Dios”, no para incrédulos.

El texto aquí, en el v. 3, inicia diciendo “sabiendo que” ¿Cuánto saber de la palabra de Dios, sus promesas, sus bendiciones, sus obras, etc.? Para enfrentar la prueba con gozo debes conocer la palabra de Dios, y allí encontrarás dicho gozo, trayendo a tu memoria, a tus oraciones, las palabras fieles del Padre Celestial.

1. Dios es quien está trabajando en nosotros a través de las pruebas. Él desea que nuestra fe sea fortalecida. No se produce fe por medio de la prueba, esta viene por el oír la palabra de Dios, pero sí se prueba esa fe y se ve si efectivamente es real, así como se nutre esa fe por medio de este doloroso proceso… la prueba fortalece la fe del cristiano.

Este es el objeto de la prueba: nuestro carácter cristiano. En un sentido, evidenciar que somos de Cristo, pues no es cristiano quien dice creer sino que esto se evidenciará en la prueba. Allí se verá quién verdaderamente ha sido salvado por ese Señor al cual confiesa. Los mártires enfrentaron la muerte con gozo cantando a Dios, pero los falsos cristianos delataron a sus hermanos y corrieron dejando la obra de Dios. (Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. Mt. 24:13)

2. Esta “prueba” tiene un resultado natural, es una fe probada la que dará, como fruto, la paciencia.  No se trata de ser un “paciente” esperando la llamada médica, sino que se trata de ese “paciente” que va y viene, llama, golpea, busca ayuda de su médico de forma constante, sin rendirse. Por lo mismo la palabra paciencia es mejor traducida como “perseverancia

¿Cuántos de nosotros somos débiles en esto, amados, nos cuesta perseverar? y esta es una palabra clave también en esta carta. La perseverancia no llega de la noche a la mañana, los hombres de Dios a los cuales admiras no llegaron a serlo de la noche a la mañana, por el contrario, vivieron un proceso delicado, de esfuerzo, de dolor, de cansancio, ellos se desgastaron por su amado Señor a través de la obra, pero además fueron probados, una y otra vez. El fuego les quemó, dejaron sus cosas favoritas, todo lo que deseaban abrazar tuvo que ser quitado, algunos enfrentaron la angustia en depresiones, otros no tuvieron cobija ni pan, algunos lidiaron con la muerte de sus hijos, esposas, otros la ceguera, otros la silla de ruedas, algunos el desprecio, la humillación social, el desapego de su familia, etc. Todos tuvieron un aguijón en la carneTodos fueron probados, pero así aprendieron a seguir, a avanzar, fueron fortalecidos para abrazar más y más y más fuerte a Cristo, para cargar su cruz cada día y siguieron al Maestro.

Nuestra fe así mismo es probada y lo será también, “y el que comenzó en nosotros la buena obra la terminará hasta el día de Cristo” Fil. 1:6.

Tal vez te miras y no ves avance, pero si te detienes lo verás. Recuerda que estás en un Nuevo Pacto sellado con la sangre de Cristo, y para esto Dios prometió Haré con ellos un pacto eterno, de que Yo no me apartaré de ellos para hacerles bien, e infundiré Mi temor en sus corazones para que no se aparten de Mí” Jer., 32:40

3. La prueba es dura, pero es necesaria para nuestro perseverar:

Hechos. 14:21-22 21 Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: «Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios».”

La prueba tiene resultados que nos ayudarán en nuestra perseveración:

Por ejemplo:

a. Nos ayudan a evaluar nuestro estado espiritual. Ezequías fue probado y así pudo ver el orgullo de su corazón. 2 Cro. 32:31 Aun en el asunto de los enviados por los gobernantes de Babilonia, que los mandaron a él para investigar la maravilla que había acontecido en el país, Dios lo dejó solo para probarlo, a fin de saber todo lo que había en su corazón.

b. Nos ayudan a orar con fervor, pero a la vez a consternarnos con su gracia. Pablo clamó tres veces, o en otras palabras, muy seguido, por el aguijón en su carne, sin embargo, no le fue quitado, pero si aprendió algo superior y esto es que “El poder de Dios se fortalece en a la debilidad del hombre, y que debemos bastarnos con la gracia de Dios” Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2 Cor. 12:10.

c. Aprendemos a descansar en la soberanía de Dios sabiendo que él está obrando en nosotros, pero además está con nosotros en medio de la prueba. Recordemos que los tres amigos de Daniel, en medio del fuego de la prueba, estuvieron con el Señor. Así mismo vemos que Dios jamás nos abandona, a pesar de que la prueba duele, es por nuestro bien Pero Él sabe el camino que tomo[a]; Cuando me haya probado, saldré como el oro. Job 23:10.

 

IV. Propósito divino.

b. para que sean perfectos[h] y completos, sin que nada les falte.

Por último, el propósito de toda esta prueba, aunque dura, desgastante, de lágrimas, sombras, y dolores, hay luz cuando miramos también que el objetivo o propósito es de DIOS, no humano sino divino; no terrenal, no es el azar, sino el orden amoroso de nuestro Padre. Todo cristiano desea ser perfecto, maduro, que crezcamos en depender más de Él y ser sólidos en la fe. Pues bueno, en otras palabras,deseamos ser como Cristo”, pues bien, Dios está tallándonos con sus manos a la imagen de su amado Hijo Jesús, y este propósito divino se cumplirá en nosotros, Dios nos hará perfectos, o maduros (1 Jn. 3).

Una de las muestras de perfección o madurez no es la independencia orgullosa, sino que la dependencia humilde de Dios. Pablo así lo planteó en Fil 3:14:

12 No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder[j] alcanzar aquello para lo cual también[k] fui alcanzado por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

15 Así que todos los que somos perfectos[l], tengamos esta misma actitud…”.

La prueba viene a darnos esta madurez, no la madurez según el mundo, sino la que viene de lo alto, la de reconocernos siempre necesitados niños del cuidado de un buen Padre. Esto es madurez, crecer en dependencia y deseo interno de ser más santo, de ser más como Cristo, pero por sobre todo, de vivir en plena relación con Cristo mismo sin soltarnos jamás de Él.

 

Aplicaciones:

1. Podemos gozarnos en las pruebas porque “…11Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. 12Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros” Mt. 5:11-12

2. En medio de la prueba clama a Dios y recuerda que eres obra de sus manos, Salmos 138:8

Aunque yo ande en medio de la angustia, Tú me vivificarás; Extenderás Tu mano contra la ira de mis enemigos, Y Tu diestra me salvará. El Señor cumplirá Su propósito en mí; Eterna, oh Señor, es Tu misericordia; No abandones las obras de Tus manos.

3. ¿Cuál es la prueba que estás enfrentando? Recuerda hermano, que puedes vivirla con gozo, por el resultado que trae, pero además porque esto pasará y pronto disfrutarás de la perfección y bendición de Dios eternamente y para siempre “los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada” Rom. 8:18.

4. No dejes que el dolor te agobie, mira que la prueba es una herramienta con la que Dios está sacando ese pecado por el que tanto has orado, y además te está haciendo más semejante Cristo, formándolo en ti pues no hay nada bueno en tu corazón, mente, cuerpo, alma, etc. (Gá. 4:19)

5. Por último, amados, miremos la prueba modelada y a la vez el recurso para que podamos enfrentarla con gozo:

Jesucristo, en Hebreos 12:1-4

Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia[a] la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en[b] Jesús, el autor y consumador[c] de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Consideren, pues, a Aquel que soportó tal hostilidad de[d] los pecadores contra Él mismo, para que no se cansen ni se desanimen en su corazón[e]Porque todavía, en su lucha contra el pecado, ustedes no han resistido hasta el punto de derramar sangre[f].

a. A diferencia de Adán, quien no pasó la prueba y en quien somos condenados, Cristo sí lo hizo y venció. Él, por el gozo puesto delante de sí, no dejó sus ojos en las circunstancias, sino que miró más allá. Así amados, miremos más allá nosotros y aprendamos a vivir amparados en la victoria de nuestro Señor.

b. Cristo es, por lo tanto, el autor de nuestra fe, sufrió de manera única, fue experimentado en quebranto, llevó nuestro dolor, el desprecio del Padre no fue algo grato. Sin embargo, él tenía los ojos puestos mas allá, Él, por la obra que estaba haciendo y por las promesas del Padre, miraba ese gozo futuro, allí en su humillación, él pudo mirar su futura y gloriosa exaltación con la que haría la voluntad del Padre al redimir a pecadores como tú y yo. En su dolor, nosotros tenemos hoy gozo.

c. Cristo también es el perfeccionador de nuestra fe, no dejará de trabajar en nosotros, usando las pruebas también para que sus propósitos se cumplan. En Cristo, nuestra fe es perfeccionada a pesar de las angustias de la vida. Por tanto, sigamos su ejemplo abasteciéndonos de sus recursos, lo que ganó allí en la cruz para nosotros.

Cristo nos ama y nos salvó, pero también, nos encaminó a un sendero donde han transitado muchos ejemplos de carne y hueso de fe, quienes fueron abastecidos por la gracia de Jesús, la gran nube de testigos. A hoy nosotros debemos también atravesar, con gozo el dolor pues “aunque andemos en valle de sombra y de muerte el Señor está con nosotros”. Sal. 23.

  1. John Owen, La Tentación, lo que cada creyente debería saber sobre la tentación, http://www.iglesiareformada.com/Owen_Tentacion.pdf